viernes, 24 de junio de 2016

Economia y Sociologia


Ahora que estamos en elecciones (2016 bis), vuelvo a oír mucho ruido y pocas nueces. Es ahora  cuando los partidos menos tiran de programa (qué lástima Anguita) y más de casquería. Parece que todos están de acuerdo: las elecciones se ganan con el corazón, o mejor, con las vísceras, no con la razón.

En estos momentos es cuando menos se profundiza en lo que se dice, cuando las propuestas son meros slogan de enganche y carentes del mínimo rigor.

Hace poco escuché (es solo un ejemplo), que a nuestro País nos vendría mejor una política económica expansiva (más gasto público), porque  EEUU lo hizo y ha salido de la crisis. Le faltó añadir que la sociedad estadunidense tiene otros parámetros muy distintos a los nuestros: flexibilidad en salarios, legislación laboral mucho más laxa, costes laborales relativamente menores, seguridad social cuasi-privada, pensiones ídem, movilidad geográfica etc.  Y EEUU como país, su tamaño, el poder de sus Instituciones, sus relaciones internacionales etc., no se parece tampoco mucho a España.

http://www.expansion.com/economia/2016/05/18/573cbcdae5fdea55598b4624.html

Recuerdo que en mi primer curso de economía  tuve como asignatura Sociología. Por aquél entonces sospechaba que la ofrecían para devolver algún favor al profesor titular. Nunca lo supe.

Sin embargo, ahora que sé algo más de economía, creo que esta asignatura sería necesaria en todos los planes de Economía en las Universidades.

Porque a diferencia de otras materias, en economía, las medidas que han resultado satisfactorias en el pasado, no garantizan que lo sean en la actualidad. En economía, las medidas que funcionan actualmente en un país, no son  trasladables a otro. Es más, pueden ser nefastas. En economía, las medidas que parecen que funcionan hoy, no necesariamente van a funcionar mañana.

Lo único que la Economía puede decirnos sin pestañear, es que si un país va bien, tarde o temprano, tendrá su crisis. Seguro.

Seamos claros, un ciudadano Danés no piensa, no tiene los mismos intereses vitales que un ciudadano Español. Y cuando digo Danés, quiero decir también, Chino, Canadiense o Japonés. Quien no lo quiera entender, peor para él.

Pero también es verdad que un Español de hoy es distinto que el de hace 20 años. La sociedad va cambiando, va modificando y modulando su forma de pensar. Lo que nos  apasiona, lo que nos cautiva hoy, no tiene nada que ver con los intereses de nuestros padres. Lo mismo sucede con nuestros hijos respecto a nosotros, sus padres. Y entre cualquier generación pasada o futura.

Y si un Estado es el conjunto de sus miembros, para conocerlo y poder ofrecer recetas económicas con un poco de seriedad, hay que conocer su Sociología. Porque las medidas económicas pueden y deben ser distintas. Se puede ofrecer un conjunto de medidas económicas para países distintos, para épocas distintas, pero esperar que funcionen porque ya funcionaron, es de simples y vagos.

Quizás no le debieran ningún favor a nuestro profesor de Sociología y era él quien nos estaba ofreciendo el favor de anticiparnos esta lección.




miércoles, 1 de junio de 2016

Fenrando VII el Deseado. Historias de la Historia


El fin de semana pasado 28/29 de Mayo, se celebró en las campas de Olárizu ( Vitoria) , la recreación de la Batalla de Vitoria, donde las tropas  comandadas por el Duque de Wellington derrotaron a unas tropas Francesas ya muy debilitadas  al querer mantener abiertos los frentes Ruso y Español (Qué error de estrategia ,Napoleón).

Los franceses venían derrotados del  frente Extremeño y luego ya  en su retirada, sufrieron derrotas en Arapiles (Salamanca) y posteriormente en Vitoria antes de salir por la frontera , dar por terminada la contienda y restaurar a Fernando VII en el trono (Los ingleses metiendo como siempre las narices donde nadie les llama)

Y en este caso además de un bonito espectáculo, me extrañó que esta representación se ciñera a lo que realmente se vivía por aquél entonces y no como se hace ahora, que es intentar cambiar torticeramente la historia, generalmente por intereses políticos y en ocasiones porque la historia nos devuelve hechos que no queremos reconocer porque nos son incómodos .

Pero los errores del pasado son lecciones para el presente y futuro. Hoy no somos si no fuimos y no hicimos lo que hicimos.

Fernando VII ha puesto a todos los historiadores de acuerdo: fue sin duda el peor rey que ha tenido España. Fue un rey autoritario, reaccionario, meapilas y totalmente absolutista. Si, el deseado.

Pero la sociedad que se encontró a su regreso de su secuestro francés parecía no haber cambiado. Y no solo en España. Tras la derrota de Napoleón, las grandes potencias intentaron volver al mundo anterior a la Revolución Francesa, como si ésta solo hubiera sido un breve paréntesis en la historia. Ahora sabemos que aquél germen dio paso a las grandes transformaciones sociales y políticas que disfrutamos hoy.

Pero cada país se tomo su tiempo, y en el nuestro, Fernando VII se tomó el resto de su vida en remar contra la historia. Eso sí, apoyado por los altos mandos del ejército, del Clero, la burguesía, los funcionarios de alto nivel y los diputados absolutistas de las Cortes de Cádiz. Lo primero que hizo fue retrotraer al país a los meses previos a la guerra: anuló todas las medidas adoptadas por las Cortes de Cádiz, restituyó la Inquisición y las Instituciones del Antiguo Régimen, restituyó también el régimen señorial, suspendió la Desamortización y devolvió los bienes incautados a la Iglesia. La represión sobre los liberales fue brutal , sistemática y sin garantías procesales etc. (1)

Fue el principio de una época muy interesante en nuestra historia. Fernando tuvo que ver después cómo sus generales se amotinaban (es la economía estúpido) y  como le obligaban a aceptar el regreso de las medidas liberales tomadas en las Cortes de Cádiz.

Pero como la cabra tira al monte, volvió a llamar al de zumosol  (los 100.000 hijos de San Luis, o Santa Alianza) para que le devolvieran su juguete. Y de nuevo vuelta a empezar, pero ahora afortunadamente y quizás aprendido y forzado por las circunstancias, paulatinamente fue modulando su gobierno e introduciendo a técnicos liberales que maquillaron al final de sus días una forma de gobierno antiguo en cuanto a su estructura, nefasto en cuanto a resultados (educación, economía  empresa, fiscalidad), funesto en cuanto a instituciones (poder judicial, y separación de poderes, banca, comercio etc.). En fin todo un modelo a no imitar.

Y si, al final de la representación de la Batalla de Vitoria, los españoles gritaban “Viva Fernando VII, Viva España”. Era el deseado. Así ocurrió y así nos lo contaron esa mañana del Domingo 29 de Mayo 2016 en Vitoria Gasteiz.


(1) Manual de historia política y social de España. Miguel Martorell y Santos Juliá